Si nuestro amor no fuera,
al tiempo que un secreto,
un tormento, una duda,
una interrogación;
si no fuera una larga
espera interminable,
un vacío en el pecho
donde el corazón llama
como un puño cerrado
a una puerta impasible;
si nuestro amor no fuera
el sueño doloroso
en que vives sin mí,
dentro de mí, una vida
que me llena de espanto;
si no fuera un desvelo, un grito iluminado en la noche profunda;
si nuestro amor no fuera como un hilo tendido en que vamos los dos
sin red sobre el vacío;
si tus palabras fueran sólo palabras para nombrar con ellas cosas tuyas, no más, y mías;
si no resucitaran si no evocaran trágicas distancias y rencores traspuestos, olvidados;
si tu mirada fuera siempre la que un instante -¡pero un instante eterno!-
es tu más honda entrega;
si tus besos no fueran sino para mis labios trémulos y sumisos;
si tu lenta saliva no fundiera en mi boca su sabor infinito;
si juntos nuestros labios desnudos como cuerpos, y nuestros cuerpos juntos como labios desnudos
no formaran un cuerpo y una respiración,
¡no fuera amor el nuestro,
no fuera nuestro amor!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario