Sí, renuncio a la ansiedad, a las expectativas, al dolor, al no saber, a las dudas, a dar y nunca recibir, a vivir en función de otra persona, a las penas, a la angustia, al resentimiento. No me importa si me declaro perdedora antes de jugar la última partida, ya jugué muchas, y en todas puse lo mejor de mi y si aun así no gané es que me debo dedicar a otra cosa nomas. No gastaré mas mis energías en algo que no tiene sentido, ni pies ni cabeza, ni inicio ni fin. Me retiro con una sonrisa, me contraigo la pena y me voy con la frente en alto, lo que no es para uno hay que dejarlo ir. Me voy por otros rumbos a buscar ese pedacito de felicidad que me hace falta. Me cansé de estar triste, hoy elijo ser feliz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario